Domínguez Ortiz: sobre la venta de cargos públicos

  "La venta de cargos u oficios públicos es un fenómeno que, en mayor o menor grado, se dio en todos los países europeos precisamente en la época en que se consolida el Estado moderno como creación impersonal, superadora de conceptos medievales impregnados del contractualismo feudal. Aparece así como una antinomia entre las exigencias teóricas y los imperativos dimanados de la expansión de ese mismo Estado que, al requerir unos recursos financieros fuera de proporción con lo que podía rendir el rudimentario sistema hacendístico, forzaba a soluciones incompatibles en el fondo con su propia naturaleza; pues la venta de cargos introdujo en el aparato estatal un cuerpo extraño que hubo de ir eliminando posteriormente [...]

  Hay, pues, una motivación economica fundamental en este fenómeno. Hay también una fundamentación política (en cuanto revela un concepto aún vacilante del Estado, que todavía no alcanzó su plena madurez) [...] Y tiene una base social en la existencia de individuos y aun de clases enteras dispuestas a comprar cargos que significaban un ascenso en la escala de consideraciones jerárquicas, con las consiguientes modificaciones en el status colectivo. [...]

  Hay que tener en cuenta la amplitud territorial del fenómeno: prácticamente toda España, aunque en grado mucho menor en las provincias forales que en Castilla y sus Indias. Se inicia en la Baja Edad Media, se intensifica de modo extraordinario a partir de la segunda mitad de la decimosexta centuria y desde el reinado de Fernando VI se rarifica, cesando prácticamente las ventas, pero respetándose los derechos adquiridos, que sólo van liquidándose en el XIX con los vaivenes propios de la transición del Antiguo al Nuevo Régimen. [...]

  En una primera fase, la venalidad de cargos es instituida por señores y municipios, y el papel de la Corona se limitaba  a prohibir o a regularizar aquellas prácticas viciosas. [...] Todo induce a creer que fue en los poderosos y autónomos municipios castellanos donde más pronto arraigó la práctica de la venalidad. [...]

  Parece que es a partir de 1545 cuando la Corona, acallando sus escrúpulos ante la presión creciente de las necesidades, convierte la venta de oficios en un ingreso, no regular (nunca llegó a serlo), pero sí usado cada vez con más frecuencia y desenvoltura. [...]

  Hay una relación directísima entre el incremento de las ventas y el de las necesidades del Estado. La política pacifista de Felipe III permitió moderarlas; los planes grandiosos de Olivares en política internacional obligaron a reanudarlas a partir de 1629 [...] La crisis que entonces se inaugura no cesaría ya de agravarse hasta fines del reinado; su consecuencia directa, un gran incremento de la fiscalidad en todos sus ramos, incluyendo la venta de cargos, tierras, vasallos y títulos nobiliarios [...]  Los responsables de la Hacienda pública se ingeniaban, no sólo para vender los cargos existentes, sino para crear otros nuevos. Se multiplicaron especialmente los que se referían al paso y tráfico de especies (lonja, correduría, fiel medidor, peso real, etc.), sin duda porque resultaba fácil la cobranza de sus derechos. [...]

  Un decreto de 28 de febrero de 1643 dice así: <<[...] he resuelto que de aquí en adelante por ningún Consejo, Tribunal o Junta se me puedan consultar plaças ni oficios de justicia, compañías ni puestos de guerra, porque totalmente prohibo que se haga aunque mire a causa pública, ni por más justificados que sean los motivos en que se fundase, porque mi voluntad es que estos oficios se den por méritos, y que se tengan por incapaces a los que en fuerça del dinero quisieren adelantarse a merecerlos>>.  Como se ve, la prohibición de vender oficios se limitaba a los de justicia y guerra. En cuanto a los concejiles, nada cambió de allí adelante, si no es que empeoró aún más. [...]

  El virreinato del duque de San Germán en Navarra (1644-1670) fue especialmente fructífero en este aspecto; por sólo 500 ducados concedió a la universidad de Irache la facultad de dar grados en Medicina, aunque no tenía estudios de esta especialidad. Veinte particulares y tres villas navarras adquirieron voto en Cortes por cantidades que variaron de 300 a 600 ducados. Las Cortes de 1678 ofrecieron 13.438 ducados para anular estas mercedes.

  El reinado de Felipe V continuó las prácticas precedentes [...]

  Como en las ciudades de Castilla no quedaba ya mucho que vender, un Real Decreto de 1739 extendió a la Corona de Aragón las ventas por juro de heredad o vitaliciamente de los empleados municipales, los oficios inferiores de las audiencias <<y los demás que puedan ser vendidos, a semejanza de lo practicado en Castilla>>. Pero otro de 10 de noviembre de 1741 revocó el anterior. [...]

  Cuando mejoró la situación financiera, el Estado no sólo congeló aquel sistema, sino que trató de reparar el mal que había heredado. [...] Una real orden de 19 de abril de 1750 reiteró la prohibición hecha ya en las Cortes de Toledo de 1480 de que los corregidores, alcaldes y otros oficiales de justicia arrendasen sus cargos. Tampoco los concejos debían admitir como regidores más que a los propietarios de los regimientos. [...]

  En 1808, el problema estaba, pues, planteado en los mismos términos que un siglo antes. Los legisladores de Cádiz, al plantear un nuevo sistema administrativo, implícitamente derogaban la venalidad y sus consecuencias. [...] Liberales y conservadores estaban de acuerdo en que los oficios vendidos debían cesar, sólo en la forma y el plazo. Por supuesto, ni unos ni otros disponían de los fondos necesarios para las indemnizaciones. 

  La Ley de Ayuntamientos de 1835 significó el fin de la enorme masa de oficios municipales enajenados. [...] Los últimos vestigios de los oficios enajenados eran los escribanos de número; su situacion fue regularizada por la ley del Notariado de 28 de mayo de 1862, que puede considerarse como el hito final de este proceso". 

DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio, La venta de cargos y oficios públicos en Castilla y sus consecuencias económicas y sociales, en Instituciones y sociedad en la España de los Austrias, Barcelona, Ariel, 1985, pp. 146-183.


Comentarios

Entradas populares