Pedro López Elum: sobre la conquista del reino de Valencia
"La conquista valenciana no se realizó de forma sistemática de norte a sur mediante la incorporación sucesiva de las diversas líneas fortificadas. No existió un planteamiento logístico convencional que se materializara en un avance territorial progresivo. Se obvió ese sistema, dada la descomposición musulmana y las características socioeconómicas que en el siglo XIII presentaba el espacio a ocupar. En él las ciudades eran los centros donde se concentraba y residía el poder político, militar, económico, etc. Desde ellas se controlaba en el Sharq al-Andalus todo el territorio, por lo que una vez asediados y rendidos esos lugares, inmediatamente lo harán todos los del entorno. Es significativo al respecto que la conquista se hiciera efectiva una vez que pasaron a manos cristianas Borriana, Valencia, Xàtiva, Biar, etc. A continuación, todas las zonas que dependían de esos núcleos se entregaron escalonadamente.
[...] Frente a los castillos, los núcleos en llano concentraban una gran actividad económica, ya que su ubicación estaba siempre ligada a una zona de paso y de comercio, con lo cual el botín a obtener era mayor. Contamine afirma que por ello los asedios a las ciudades eran siempre más ventajosos. Por otra parte la situación interna musulmana no podía ser más caótica y, por lo tanto, más favorable para iniciar por esos centros la conquista".
"Hay dos pasajes de la Crònica de Jaime I que ponen claramente de manifiesto cuál era para la nobleza el modelo de lucha a poner en práctica contra los musulmanes. Tanto en el sitio ante Borriana como, más tarde, en vísperas del de Valencia, los nobles aconsejaron al rey que cediese ante las peticiones que le hacían los musulmanes de no incorporar a a Corona sus territorios a cambio de compensaciones económicas. [...] En el año 1237, Jaime I estaba en El Puig, y Zayyān, ante un asedio inminente, le prometió, si desistía de su idea de tomar Valencia, entregarle los castillos situados entre Guardamar y Tortosa, y desde allí hasta Teruel, además de construirle un alcázar en la Zaidía y pagarle anualmente una renta de 10.000 besantes. Jaime I no lo aceptó. La respuesta de uno de sus nobles es significativa: tened por seguro que en tiempo de vuestro padre o abuelo (Pedro II y Alfonso II respectivamente) y en vista de un pacto tan ventajoso, ellos lo habrían admitido".
"A partir del 22 de abril de 1238 el ejército cristiano se asentó en torno a la ciudad de Valencia, iniciando un asedio que duró hasta el 28 de septiembre, día en que fueron firmadas las capitulaciones. En ellas se establecía que todos los musulmanes tenían la posibilidad de quedarse, o bien de marcharse de la ciudad. Los que desearan irse lo harían en el plazo de veinte días. Los que decidieran permanecer en Valencia así lo podrán hacer, teniendo todas las garantías de seguridad y recursos para poder vivir bajo el poder de los nuevos dueños. El Conquistador prometió a Zayyān una tregua de siete años, durante los cuales nadie le atacará ni por mar ni por tierra en el territorio de los términos de Cullera y Denia; en caso contrario se comprometía a satisfacer los daños causados. Todo lo anterior será jurado por Jaime I y sus nobles. Finalmente, Zayyān entregará todos los castillos y villas situados al norte de la frontera del río Xúquer, en los siguientes veinte días a excepción de las citadas zonas de Cullera, y de Denia.
El pacto está dentro de la propuesta cristiana de mantener a la población musulmana dentro del nuevo marco feudal. La entrada en la ciudad de Valencia se hizo el día 9 de octubre. A partir de ese momento Jaime I se tituló en sus documentos rey de Valencia y adoptó la denominación de reino de Valencia para el territorio conquistado.
Entre la toma de Borriana en 1233 y la de Biar en 1245 transcurrieron únicamente doce años. A lo largo de ellos Jaime I no estructuró su conquista, como ya hemos dicho, a base de un avance continuo de norte a sur. Para aquella época y momento no era necesario, dada la situación interna musulmana. Además, no disponía de recursos técnicos humanos y económicos para llevarla a efecto, como expone en la Crònica. Por lo tanto, el pacto y sobre todo el ofrecimiento de rendición será la tónica general durante esos años. [...] En definitiva, en la conquista valenciana se sucedieron una serie de asedios, pero sobre todo de rendiciones concertadas sin previo ataque. De esta forma Jaime I fue adquiriendo e incorporando las tierras del país".
LÓPEZ ELUM, Pedro, La conquista y repoblación valenciana durante el reinado de Jaime I, Valencia, 1995, pp. 49-50, 59-60, 60-61.
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