Marcelo Vigil: sobre el Paleolítico
"Las formas económicas y sociales durante el Paleolítico estaban íntimamente ligadas a los procedimientos para procurarse el alimento. La economía se basaba exclusivamente en la recolección de frutos y plantas, en la caza y en la pesca. No habían desarrollado estos grupos humanos ningún sistema que les permitiera la producción de alimentos. Es evidente que todos los componentes de las hordas debían de contribuir a la recolección y a la caza y que los alimentos, una vez recogidos o cazados, pertenecían a toda la horda en su conjunto. Esto obligaba a que se produjera dentro de estos grupos una gran cohesión. Los lazos que unían a los miembros de un grupo determinado eran tanto económicos como sociales. Las relaciones dentro de un mismo grupo y entre unos grupos y otros, cuando cada grupo se fue diversificando en otros, estaban basados en los sistemas de parentesco que se habían formado dentro de ellos, y que constituían la estructura social y económica sobre la que se basaba la organización social. La división del trabajo dentro de las hordas y tribus del Paleolítico era prácticamente inexistente, lo mismo que las diferencias de riqueza entre sus miembros. Una diferenciacion en cuanto a ciertas actividades puede observarse en relación con las mujeres, que por las necesidades de la gestación, cría y cuidado de los niños no podían acompañar a los hombres muchas veces en las expediciones de caza. Se dedicarían preferentemente a la recolección de frutos y plantas, actividades éstas en las cuales participaban también los varones. La permanencia obligada de las mujeres en los campamentos y lugares de habitación, para el cuidado de los niños, hizo que su influencia dentro de la organizacion social fuera muy grande y en muchos casos mayor que la de los hombres. Téngase en cuenta que en lo relacionado con la cría y educación de sus hijos, ellas serían las principales conservadoras y transmisoras de las tradiciones del grupo".
"El aparato conceptual e ideológico estaba muy unido a sus actividades económicas y consistía, fundamentalmente, en prácticas mágicas por medio de las cuales se pretendía asegurar unas condiciones que permitieran su supervivencia. El arte prehistórico es evidentemente un producto de estas concepciones ideológicas. Como dice Pericot, las actividades de recolección y sobre todo de caza, <<exigían una coordinación de esfuerzos, normas muy rígidas y una fuerte solidaridad de grupo, lo que explicaría el desarrollo de formas sociales como el totemismo>>. Estas formas sociales totémicas estaban evientemente identificadas con la estructura social y económica que se identificaba, a su vez, con los sistemas de parentesco".
Marcelo Vigil, Edad Antigua, en Historia de España Alfaguara I. Ángel Cabo: Condicionamientos geográficos. Marcelo Vigil: Edad Antigua, Madrid, Alianza Editorial, 1981, pp. 197 y 198.
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