Remo Bodei: sobre la esclavitud y la guerra
"El origen de la esclavitud no solo se debe a una <<piedad>> en absoluto desinteresada, sino también a la aparición de unas sociedades organizadas en clave económica, más propensas a conservar la vida de los enemigos derrotados para su propia utilidad. Nos ofrecen un testimonio ejemplar, si bien tardío, las Institutiones del Corpus iuris civilis de Justiniano (De iure personarum), donde se establece lo siguiente:
La esclavitud es una institución del derecho de gentes en virtud de la cual un hombre, contra natura, queda sometido al dominio de otro. Los jefes militares acostumbran a vender a los prisioneros cuya vida han salvado, en vez de darles muerte.
Según una antigua tesis sostenida en la Edad Moderna por Jean Bodin, Hugo Grocio y Samuel Pufendorf, y retomada por Auguste Comte y Friedrich Engels, las civilizaciones humanas progresaron al sustituir el canibalismo y el sacrificio de los vencidos en la guerra por la esclavitud.
La obtención de una mano de obra a la que no se daba un salario, sino solo los medios necesarios de sustento para que continuara trabajando, fue una de las principales motivaciones de las guerras antiguas y una de las razones no técnicas que explican la falta de interés en construir máquinas que pudieran sustituirla. [...]
Además de la esclavitud por deudas, que afectaba también a los ciudadanos de los estados propios, los medios que proporcionaban el mayor número de presas humanas eran la guerra y la piratería, que se llevaban a cabo en el extranjero. [...]
En términos generales, la guerra determina directamente la forma de las instituciones políticas y jurídicas, las costumbres, la mentalidad, los miedos y las expectativas reales o imaginarias de todas las comunidades humanas. [...] Históricamente supone la existencia de organizaciones sociales relativamente estables en zonas sometidas a su control práctico. [...]
En este sentido, el fenómeno de la guerra no existió siempre. Se fechan sus inicios en el Neolítico -hace más o menos diez mil años-, cuando a las mismas armas que se utilizaban para cazar (tal como aparecen representadas en las pinturas rupestres de España y Francia) se añadieron corazas y fortificaciones.
Por tanto, las condiciones para la aparición de la guerra se presentan a una escala suficiente solo con el surgimiento de las civilizaciones sedentarias, dado que con el fin del nomadismo se experimenta la necesidad de defender permanentemente de las amenazas externas el territorio con sus fronteras, sus habitantes y sus bienes. Surge al mismo tiempo la necesidad de realizar expediciones fuera de los dominios propios para procurarse otros medios de supervivencia o para aumentar el bienestar y el poder".
BODEI, Remo, Dominio y sometimiento, Madrid, Alianza Editorial, 2022, pp. 43-46.

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